En una conversación sincera antes de Wimbledon 2024, Carlos Alcaraz compartió su método personal para recuperarse después de los torneos: pasar tiempo con su familia. Expresó: «Cuando termino un torneo, no importa si gano o no, solo quiero llegar a casa para estar con mi familia. Vivo con mi mamá y mi papá, mi hermano mayor y mis dos hermanos menores», destacando la importancia del apoyo familiar tanto en la victoria como en la derrota.
Su familia ha sido su columna vertebral, al igual que muchos otros tenistas profesionales de alto nivel. Tras una dura etapa en el Abierto de Miami, Alcaraz optó por retirarse a la comodidad del abrazo de su familia. Con el objetivo de rejuvenecer mental y emocionalmente, optó por una escapada escénica a México después de una inesperada eliminación temprana del Abierto de Miami, donde fue derrotado por David Goffin en su primer partido.
El joven talento, con cuatro títulos de Grand Slam a su nombre, encontró consuelo en la pintoresca Riviera Maya. Documentó sus experiencias vacacionales en las redes sociales, mostrando momentos de calidad pasados con la familia: nadando, paseando en bote, jugando voleibol de playa y disfrutando de las impresionantes vistas. Estas actividades marcaron su período de relajación y vinculación con su familia en medio de la belleza de la naturaleza.
Las publicaciones de Alcaraz en las redes sociales capturaron estos momentos serenos con sus padres, su hermano mayor Álvaro y sus hermanos menores Jaime y Sergio, junto con toda su familia. Sus publicaciones reflejaron la alegría y la energía derivadas de este merecido descanso, lo que indica su disposición para afrontar la próxima temporada de tierra batida con renovado vigor y entusiasmo.
El año pasado, durante la temporada baja, Alcaraz también se había permitido unas lujosas vacaciones en República Dominicana, alojándose en el resort de Punta Cana. Sus aventuras allí incluían navegar por las aguas cristalinas del Caribe y relacionarse con los aficionados y los lugareños, un testimonio de su personalidad arraigada y su amor por el deporte incluso durante los descansos.
El compromiso de Alcaraz con la familia y el tenis brilla a través de sus acciones. A pesar de un comienzo decepcionante de la temporada 2025, incluida una eliminación temprana en el Abierto de Miami, sigue enfocado e introspectivo sobre su rendimiento y estrategias futuras. Su derrota en Miami fue una píldora difícil de tragar, pero sirvió como catalizador para la autoevaluación y la planificación futura, especialmente con el Masters de Montecarlo en el horizonte.
El viaje de Alcaraz refleja su pasión por el tenis, equilibrada con un amor profundamente arraigado por su familia. Mientras se prepara para los próximos torneos, su enfoque orientado a la familia sigue siendo una fuente constante de consuelo y motivación para él.