«Esa presión me ha matado de alguna manera», admitió recientemente Carlos Alcaraz, contemplando las intensas expectativas puestas en él. Tras una sanción de 3 meses impuesta a Jannik Sinner en febrero, todas las miradas estaban puestas en Alcaraz para superar al italiano en el ranking ATP. A pesar de una victoria en Róterdam que parecía indicar un regreso a la forma después de un decepcionante Abierto de Australia, Alcaraz luchó por cerrar la brecha con Sinner tan rápido como se anticipó. Después de una actuación mediocre en el Sunshine Double, su reciente victoria en Montecarlo ha reavivado significativamente su impulso, poniéndolo de nuevo en la persecución por el primer puesto.
En Montecarlo, Alcaraz estaba en busca de la redención después de una inesperada eliminación temprana en el Abierto de Miami. Al regresar a la tierra batida, su superficie preferida, demostró rápidamente su formidable conjunto de habilidades. Su camino a la final estuvo marcado por las victorias sobre Francisco Cerúndolo y Arthur Fils en duros partidos de tres sets, y las victorias en sets corridos contra Daniel Altmaier y Alejandro Davidovich Fokina. En una final contra Lorenzo Musetti, Alcaraz desplegó su vasta experiencia, incluido un título de Roland Garros y una medalla de plata olímpica en tierra batida, para reclamar la victoria.
La victoria en Mónaco no se trató solo de agregar otro trofeo a su colección. Significó un paso crucial para recuperar el No. 2 del ranking ATP del mundo, subiendo al 7, que puntos, y superando a su Zverev. Este logro es un testimonio de la resiliencia y adaptabilidad de Alcaraz, especialmente después de un período desafiante después de su victoria en Rotterdam.
Este triunfo en Montecarlo trajo mucho más que la satisfacción de ganar, sino que jugó un papel estratégico para cerrar la brecha con Jannik Sinner, que se enfrentó a un revés debido a su suspensión. A pesar de que Sinner mantiene una ventaja en la clasificación, el éxito de Alcaraz en Mónaco, junto con las ausencias de Sinner, señala un cambio potencial en la dinámica de su rivalidad a medida que avanza la temporada de tierra batida.
«El trabajo duro da sus frutos», reflexiona Carlos Alcaraz sobre su victoria en Montecarlo
La final de Montecarlo desafió a Alcaraz, ya que Musetti abrió agresivamente, asegurando el primer set. Sin embargo, Alcaraz ajustó su estrategia, acercándose a la línea de fondo y aumentando su porcentaje de saque, lo que le llevó a dominar los siguientes sets. A pesar de los problemas de lesiones de Musetti, Alcaraz mantuvo su concentración y aseguró el campeonato, marcando su mayor triunfo de la temporada.
«Estoy muy contento de ganar Montecarlo por primera vez. Ha sido una semana muy difícil, con muchas situaciones difíciles. Estoy orgulloso de cómo lidié con todo. Ha sido un mes difícil para mí, así que venir aquí y ver que el trabajo duro da sus frutos me hace feliz», compartió Carlos tras su victoria.
Con el Abierto de Madrid en el horizonte, donde Alcaraz ya ha ganado dos títulos, la pregunta sigue siendo si puede continuar su dominio en tierra batida y llevar este impulso a Roland Garros. Su reciente éxito en Montecarlo sin duda prepara el escenario para una emocionante temporada de tierra batida por delante.