El notable cambio de Stefanos Tsitsipas en Dubái se atribuye a cambios clave

«La parte más frustrante de perder en la primera ronda de un Grand Slam es que tienes demasiado tiempo para recuperarte», compartió Stefanos Tsitsipas, reflexionando sobre su temprana eliminación del Abierto de Australia después de ser derrotado por el estadounidense Alex Michelsen. Después de actuaciones decepcionantes tanto en el ATP Rotterdam Open como en el Qatar Open, la temporada de Tsitsipas inicialmente parecía sombría. Sin embargo, su suerte comenzó a cambiar drásticamente con una impresionante carrera en el Campeonato de Dubai, marcando su primera aparición final del año y señalando un importante rejuvenecimiento de su carrera.

Después de los problemas a principios de la temporada, incluida una salida rápida en Rotterdam y una batalla emocionante pero finalmente perdida en Qatar, Dubai presentó una oportunidad para la redención. Tsitsipas aprovechó al máximo, derrotando a Lorenzo Sonego, Karen Khachanov y Matteo Berrettini en el camino a una victoria en semifinales sobre Tallon Griekspoor. Su éxito le valió una final contra el talentoso canadiense Félix Auger-Aliassime.

En una conferencia de prensa posterior al partido, Tsitsipas insinuó ajustes cruciales que habían encendido su resurgimiento, mencionando en particular un cambio en las raquetas antes del torneo. Este movimiento, destinado a liberarse de un ciclo de inconsistencia, pareció dar sus frutos, ya que Tsitsipas impresionó a los espectadores con su juego en Dubai.

Tsitsipas, conocido por su tendencia a romper raquetas, ha utilizado tradicionalmente la Wilson Blade, célebre por su precisión y versatilidad desde 2008. Sin embargo, durante el Campeonato de Dubai, los aficionados con ojos de águila notaron que Tsitsipas empuñaba una raqueta diferente, todavía adornada con el logotipo de Wilson pero distinta de su Blade 98 habitual. Las especulaciones sugieren que podría ser la Babolat Pure Aero 98, una elección que indica un giro estratégico hacia la búsqueda de más efectos y potencia en su juego, una decisión que evidentemente ha reforzado su rendimiento en la cancha.

Mientras Tsitsipas se preparaba para enfrentarse a Auger-Aliassime en lo que prometía ser un partido electrizante, reflexionó sobre llegar a su primera final en pista dura desde 2023. Con la oportunidad de volver a entrar en el Top 10 de la ATP y una sólida historia en Dubái, Tsitsipas aspiraba a capturar su esquivo primer título ATP 500 después de varios fracasos en finales anteriores, incluidos los desafíos contra los grandes del tenis Roger Federer y Novak Djokovic.

«Me siento extremadamente feliz de haber podido evitar el drama de hoy y jugar un buen tenis», comentó Tsitsipas, compartiendo su satisfacción por llegar a otra final en Dubai y esperando potencialmente cambiar su temporada con una victoria en el título muy codiciada.